Tradición y territorio, apuestas de las IGP Ternera Gallega y Ternasco de Aragón

Las Indicaciones Geográficas Protegidas son garantía de sostenibilidad en los territorios que amparan, además de aval para mantener los sistemas tradicionales de producción ganadera. Buen ejemplo de ello son Ternera Gallega y Ternasco de Aragón, que comparten campaña de promoción bajo el lema “Carnes con estilo”.

Un estilo único que se ha definido durante siglos, gracias a la conservación de los métodos tradicionales de crianza de los animales, cuyos secretos han pasado de generación en generación. En Galicia, producimos carne de vacuno desde hace más de 3.700 años, por lo que Ternera Gallega ampara un producto de gran tradición e historia. Lo mismo ocurre con Ternasco de Aragón, que también cuenta con una producción arraigada desde hace siglos en su autonomía. 

La conservación de estos métodos de crianza tradicionales permite proteger el entorno rural y mantener población en sus respectivos territorios. La IGP Ternera Gallega cuenta con más de 8.300 explotaciones inscritas, de las que unas 4.000 están a nombre de mujeres. En 2017, se registraron bajo este sello alrededor de 133.000 terneros, un 6% más que el año anterior. Un aumento que ayuda a redimensionar las explotaciones y profesionalizar el sector, además de fijar población en el medio rural gallego. En el caso de Ternasco de Aragón, son más de 660 las ganaderías inscritas, con unas 365.000 ovejas de razas autóctonas. Distribuidas en 320 municipios, estas explotaciones también contribuyen a mantener la población y mejorar la economía rural de la zona.