Recetas diferentes para Navidad con Ternera Gallega y Ternasco de Aragón

Se acercan las celebraciones navideñas y las IGP Ternera Gallega y Ternasco de Aragón, que protagonizan conjuntamente la campaña “Carnes con estilo”, proponen nuevos cortes y recetas para sorprender en estas fiestas. Las dos Indicaciones Geográficas Protegidas apuestan por piezas de ternera y cordero menos habituales, con las que introducir un toque innovador y diferente en la mesa, cocinadas de forma sencilla y rápida, pero con un resultado sorprendente. 

Ternera Gallega sugiere una receta con aires orientales: un tataki, preparado con la pieza de la cadera, acompañado con aliño de tomate seco y albahaca. Se trata de una propuesta sencilla y fácil de hacer para ahorrar tiempo en la cocina. Después de cortar la cadera de Ternera Gallega en lingotes rectangulares y salpimentarlos, se doran en una sartén a fuego vivo unos 30 segundos por cada lado. Para el aliño, se mezclan en un mortero 2 dl de aceite de oliva virgen extra, 50 g de tomate seco en aceite, un diente de ajo, 12 hojas de albahaca, pimienta negra y sal Maldon. En esta preparación, se macera la pieza de carne entre 12 y 24 horas en la nevera; se sirve cortada en lonchas finas, añadiendo un poco de aliño y unas hojas de rúcula. 

Por su parte, Ternasco de Aragón recomienda para estas fiestas una de las piezas más nobles del cordero, el tournedó. La IGP aconseja marcarlo a la plancha unos 4 minutos por cada lado y, en la misma sartén, preparar una salsa con brandy, nata líquida y mostaza en grano. Otra opción sería pasar los medallones de carne por huevo batido y frutos secos picados para darle un punto crujiente. Estas y otras recetas se pueden consultar en la web que comparten ambas IGP:  https://www.carnesconestiloigp.com/

Los clásicos, un éxito asegurado

Para los que quieran seguir apostando por los platos tradicionales, que nunca fallan, la IGP Ternera Gallega propone el asado de una pieza grande, como la contra. El chef Javier Rodríguez Ponte, “Taky”, recomienda “atemperar la carne una o dos horas antes de cocinarla, escoger un recipiente con un tamaño cercano al de la pieza y hacerle unos cortes en la parte grasa para que el calor entre bien”. Después, se embadurna con aceite, sal gorda abundante, pimienta negra, tomillo fresco, dientes de ajo sin pelar y un poco de vino blanco para darle humedad. Se mete en el horno a 220 grados y se baja a 180 durante 45 minutos. 

En el caso del cordero, el asado perfecto se consigue con una paletilla de IGP Ternasco de Aragón. Según el cocinero Javier Robles, “debemos precalentar el horno arriba y abajo, salar la carne por ambos lados, untarla ligeramente en aceite y ponerla en la bandeja de horno con la piel hacia abajo”. Se añaden unos dientes de ajo y unas ramas de tomillo y se cocina a media altura a 150 grados arriba y abajo. A los 30 minutos, se le da la vuelta y se remoja con un chorretón de vino blanco. Tras otros 30 minutos, se añade medio litro de agua y se mantiene en el horno 45 minutos más, hasta llegar a un total de 1 h 45 min.